Un informe realizado por el equipo de ASANA sobre cómo se ha gestionado el teletrabajo en 2020 arroja algunas cifras que, cuanto menos, invitan a la reflexión y nos ponen en alerta para tomar medidas correctivas, por el bien de la salud de los trabajadores y de las arcas de sus empresas. 

Que esta situación nos ha empujado a adquirir determinados hábitos y a «digitalizarnos» en diversos términos, no es ninguna novedad. El teletrabajo se impuso de la noche a la mañana en muchas empresas cuyos procesos no estaban preparados para un cambio de escenario tan repentino. Entre el shock y las prisas, tuvimos que implementar herramientas, procesos y sistemas de trabajo que no tuvieron su conveniente momento de reflexión, análisis, planificación y evaluación. ¡Qué remedio, había que seguir adelante como fuese!

Así que, como todo lo que nos pilla de sopetón, el teletrabajo ha tenido su lado oscuro en 2020. En el «Índice de Anatomía del Trabajo 2021», un estudio realizado entre 13.000 trabajadores cognitivos, ha sacado a la luz las «vergüenzas» de un sistema de trabajo que, si bien tiene mucho potencial, también tiene sus aristas y es muy fácil hacerse un enganchón.

[Nota: un trabajador cognitivo es aquel cuya capacidad de producción depende principalmente de una actividad intelectual y que suelen pasarse su jornada laboral frente a un dispositivo digital para realizar su trabajo. Según el estudio que comentamos, en el mundo se cuentan por miles de millones. En concreto, hay 1.250 mil millones de trabajadores cognitivos, y todos ellos se han visto afectados por el COVID19 en estos términos.]  

Antes de pasar al vídeo de «El Club de la Resistencia» de esta semana – junto a José Ángel Giménez-, te apunto algunos datos, para ir calentando motores:

  • El estudio ha puesto de manifiesto que en 2020 hemos echado, de media, 2 horas extras de trabajo al día. Repito, 2 horas al día. Esto es 455 horas extras al año, lo que supone casi el doble con respecto al 2019.
  • De todo el tiempo dedicado al trabajo, aproximadamente el 60% lo hemos dedicado a tareas para resolver tareas, o lo que ellos llaman, «los pormenores del trabajo«. Hablar del trabajo, buscar información sobre el trabajo, reunirnos para aclarar aspectos sobre el trabajo,… Vamos, que 6 de cada 10 horas no han sido para producir valor en sí, sino para «prepararnos para producir».
  • Cosas como la multitarea, el exceso de herramientas para trabajar, el exceso de reuniones (ineficientes, la mayoría), el exceso de emails que responder, la falta de claridad en las instrucciones y objetivos y las dificultades para desconectar del trabajo, han generado que el 70% de los encuestados confiesen haber sentido agotamiento al menos una vez durante 2020.

No te hago más spoilers porque en el programa hemos hecho un buen repaso de todos estos datos, pero sí quiero adelantarte algo: hay soluciones y todo esto puede cambiar en 2021 – si nos ponemos las pilas desde ya.

Únete a nosotros en éste último episodio #ECDLR del mes de enero, en el que cerramos una serie especial sobre teletrabajo que hemos disfrutado muchísimo.

Y luego cuéntame qué te ha parecido a ti. ¿Qué cifra te ha sorprendido más? Te leo en los comentarios.

 

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