No es mi cumpleaños. No es mi santo ni tampoco celebro mi aniversario en pareja. Hay más motivos para conmemorar una fecha, para tomarla como referencia para hacer repaso de dónde estabas hace un año, dónde estás ahora y dónde sabes que eres capaz de llegar. Hoy celebro el aniversario del momento en el que siento que por fin comenzó mi vida profesional.

Hace poco me preguntaron por qué decidí comenzar a trabajar por mi cuenta, iniciar mi empresa. Mi respuesta fue que sentía que había estado tanto tiempo entrenando, aprendiendo, estirando y calentando motores que por fin me llegó el momento de echar a correr. Bueno, la realidad es algo más compleja que eso. Lo cierto es que se dieron ciertas circunstancias. Llegó el final de una etapa de intenso aprendizaje y comenzó otra etapa más intensa todavía. Ese momento llevaba fraguándose durante meses, las ideas iban cocinándose en mi mente y en mi corazón y sentía que se acercaba el momento de intentar ponerlas en marcha. Sólo necesitaba un empujoncito, y tuve la tremenda suerte de que me lo dieran.

Si soy sincera, en ese momento no me veía capaz de mucho. Sentía dudas, dudas sobre mí misma y mis propias capacidades. Dudas que probablemente había dejado que otros engendraran en mí. Mal hecho por mi parte. Lección aprendida. Y no es la única que me llevo de este magnífico año en el que todo ha cambiado, en el que me siento feliz, afortunada y agradecida de poder estar donde estoy, de poder hacer lo que YO creo que debo hacer.

Hay varias ideas que cuando las comprendí, mi manera de vivir en el mundo cambió un poco. Hablo de comprensión profunda, de ser capaz de vislumbrar las implicaciones que conllevan. Y hoy, como regalo para ti – aunque también para mí -, me gustaría compartirlas contigo:

  • Es la primera por ser la que ha marcado mi vida de manera irrefutable:
El cambio forma parte natural de la vida. Si consigues aceptarlo y adaptarte, vivirás más feliz. Share on X

Nada permanece. No podemos dar por hecho que lo que tenemos hoy lo tendremos mañana, porque puede que no sea así. La vida es impredecible, hay tantos factores que no dependen de nosotros, que no sabemos qué nos puede pasar en el minuto siguiente. Por eso llegué a la conclusión de que hay que vivir en el presente con los ojos bien abiertos e intuyendo el futuro sobre la marcha, para poder tomar las decisiones que hoy creemos correctas, de la manera más honesta posible. Mañana puede que nos demos cuenta de que nos equivocamos, pero al menos no nos arrepentiremos del camino que tomamos.

  • Lo he dicho en ocasiones anteriores: la asertividad es un arte complejo, que requiere práctica y disciplina, pero cuyos beneficios son tan ilimitados que no creo que nunca termine de descubrirlos todos. De los derechos asertivos no sabría decir cuál es mi preferido. Creo que depende del día. Recuerdo que cuando me los descubrieron sentí que no cumplía ni el 10%; hoy siento que trabajo a diario para cumplir al menos el 90% y lo consigo. Me siento orgullosa de ello.

Hoy, por destacar uno, elijo éste:

Tienes derecho a intentar cambiar lo que no te satisface. Share on X

  • La siguiente idea parece muy fácil de decir pero no tanto de seguir. Bueno, os reto, entonces:

Sigue tu intuición, porque estará menos condicionada por los miedos latentes en las opiniones de los demás. Share on X

No cometas el error de pensar que si tu opinión y la de otros difiere, quizás eres tú quien se equivoca. Tú tienes una visión única, basada en tu única e intransferible experiencia vital y en la información que has ido recopilando para llegar a ella. No dejes que los complejos, los temores o las envidias de los demás- aunque sean inconscientes – te condicionen para tomar la decisión que tú sabes, dentro de ti, que es la correcta ahora. Si te lo dice tu brújula interior, calla las voces ajenas. Incluye en este grupo esa voz tuya que pone en duda todo lo que quieres hacer. Esa voz «ajena» es la peor de todas, ten cuidado… *

  • Quizás lo que vas a leer a continuación te sea útil para tus relaciones personales. Es importante cuidar lo que dices, cómo lo dices y te comportas con los demás, cómo vistes y respetas las normas sociales establecidas, demostrando respeto. Pero…
Lo que la gente va a recordar de ti no será tus palabras ni tus gestos, sino cómo les hiciste sentir Share on X

Procura dejar una huella única en los demás.

  • De momento, cierro mi reflexión con una última idea, pongamos el colofón:
Todo tiene la importancia que tú decidas darle. Share on X

Esto me lo dijo mi hermano en un momento de brillantez absoluta hace ya un puñado de años (mi hermano es muy listo, os lo digo yo). Y aplicando esta fórmula he aprendido a relativizar no sólo los éxitos y los fracasos, si no los cambios en sí.

MICROCONSEJO 1: Si un día te parece que nada puede ir peor, piensa que todo es susceptible de empeorar, pero también de mejorar. Así que lo mejor que puedes hacer es acostarte y mañana será otro día…

MICROCONSEJO 2: Celebra cada pequeño momento de calidad que tengas como si de un éxito propio se tratara. Debes saber saborear las pequeñas recompensas que la vida te ofrece. Respira hondo.

Feliz día. No olvides sonreír.

* Nota: Te recomiendo este post de Laura Ribas en el que habla sobre esa voz tóxica que todos llevamos dentro. La denomina «fronterizo». ¡OJO!: es una parada obligada para aquellas personas que son muy perfeccionistas y autoexigentes.

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